La industria del metal requiere motores eléctricos que puedan soportar altas temperaturas, altos pares de arranque y vibraciones, además de tener capacidad de sobrecarga. Otra preocupación en la fábrica de metales es la cantidad de polvo y desechos metálicos que pueden acumularse en las aletas del motor y afectar el rendimiento del motor y las capacidades de enfriamiento. Las aplicaciones más comunes son laminadores en frío y en caliente, sopladores de altos hornos, bombas de refrigeración, ventiladores de sinterización y sopladores.
Las aplicaciones de motores PM también se encuentran en la industria metalúrgica, particularmente utilizando diseños de par alto y baja velocidad que permiten la reducción del tamaño de los accionamientos eléctricos y la eliminación, o reducción del tamaño de
Sistemas de engranajes mecánicos.